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Tratamientos alternativos para el colesterol alto

Revisado Por James Beckerman, MD, FACC en septiembre 12 del 2025
8 minutos de lectura

Existen muchos tratamientos alternativos que afirman reducir el colesterol. Antes de probar alguno, consulta con tu médico. Pocos productos naturales han demostrado reducir el nivel de colesterol en estudios científicos, pero algunos podrían ayudar. De cualquier manera, es importante preguntarle a tu médico si es posible que un suplemento o tratamiento alternativo afecte otros medicamentos que tomas o cause efectos secundarios.

 

En la actualidad, hay suplementos de hierbas y nutricionales a la venta que pueden ayudar a reducir el colesterol. Pero no existen medicamentos de venta libre para este fin.

Los suplementos son productos que complementan tu dieta, como vitaminas, minerales y hierbas. Te ayudan a obtener una mayor cantidad de ciertos nutrientes. Aunque vienen en forma de pastillas, cápsulas o líquidos como los medicamentos, la Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) no los aprueba como tratamientos para enfermedades.

Los medicamentos de receta son productos creados específicamente para ayudar a diagnosticar, tratar, curar o prevenir enfermedades. Cambian la forma en que funciona tu cuerpo. Deben cumplir con los estándares de calidad, seguridad y eficacia de la FDA antes de ser comercializados.

Algunos de los suplementos herbales y nutricionales que ayudan a reducir el colesterol incluyen:

Ajo. Algunos estudios muestran que el ajo reduce los niveles de colesterol total en la sangre unos pocos puntos porcentuales, pero solo a corto plazo. Otros estudios sugieren que no es tan útil como se pensaba. El ajo prolonga el sangrado y el tiempo de coagulación, por lo que no debes consumirlo ni tomar suplementos de ajo antes de una cirugía o junto con anticoagulantes como la warfarina (Coumadin). También es posible que cause efectos secundarios como mal aliento, olor corporal, náuseas y vómitos.

Fibra. Tomar un suplemento de fibra para consumir la cantidad de fibra diaria adecuada te ayuda a reducir el nivel total de colesterol y el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés), conocido como el colesterol “malo”. Pero no todos los suplementos de fibra tienen estos efectos. Las investigaciones muestran que los suplementos con psilio (presente en Metamucil y otros productos) pueden ayudar. Este tipo de fibra forma un gel que altera tu digestión y ayuda a tu cuerpo a eliminar el colesterol “malo” de la sangre.

Los suplementos de fibra que contienen metilcelulosa (Citrucel), inulina (Fiber-Choice, Metamucil Clear) y dextrina de trigo (Benefiber) no parecen tener la misma efectividad para reducir el colesterol. Si tomas un suplemento de fibra, aumenta la cantidad gradualmente. Esto te ayudará a evitar gases y calambres. También es importante beber suficiente líquido.

Proteína de suero de leche. Esta proteína derivada de la leche está presente en los productos lácteos. También está disponible como suplemento, típicamente en forma de polvo que se añade a las bebidas o las comidas blandas. 

Los estudios sugieren que los suplementos de proteína de suero de leche reducen el colesterol total y el LDL. Si tu médico lo aprueba, elige un suplemento que contenga solo proteína de suero, sin ingredientes adicionales como el azúcar añadido.

Fitoesteroles (esteroles y estanoles vegetales). Estos son compuestos naturales que se encuentran en pequeñas cantidades en los granos enteros, las nueces, las verduras, las frutas y los aceites. Reducen el colesterol LDL, principalmente imitando el colesterol en tu aparato digestivo y reduciendo la cantidad de colesterol que absorbe tu intestino. También están disponibles como suplementos en forma de pastillas. Tomados en dosis de aproximadamente 2 gramos por día, pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (el “malo”) entre un 5 y un 15 %.

Arroz de levadura roja. Es un arroz fermentado con un hongo que produce de forma natural unas sustancias conocidas como monacolinas. Una de ellas, la monacolina K, es idéntica a la estatina lovastatina, un medicamento para reducir el colesterol. Los estudios muestran que el arroz de levadura roja, que contiene altas cantidades de estas sustancias, ayuda a reducir el colesterol. Sin embargo, como la FDA clasifica las monacolinas como medicamentos, no se permiten suplementos con los mismos niveles en Estados Unidos. No se sabe si los suplementos de arroz de levadura roja o los alimentos con niveles más bajos de monacolina K reducen el colesterol.

Las pruebas de suplementos muestran que algunos contienen mucha menos monacolina K de lo que indica la etiqueta, mientras que otros contienen una cantidad mucho mayor. Los fabricantes agregan monacolina K comercial a algunos productos. Esto significa que no debes confiar en la calidad ni en la seguridad de estos suplementos.

Otros suplementos. Varios suplementos analizados para determinar su efectividad para reducir el colesterol han resultado ser ineficaces. Estos incluyen el cromo, la vitamina C, el extracto de alcachofa, la rosa de jamaica (Hibiscus sabdariffa), la coenzima Q10 y el selenio. Tampoco existe evidencia sólida de la eficacia del policosanol (proveniente de la caña de azúcar) o del guggul (del árbol de mirra de mukul en la India).

Cuando compres suplementos, siempre debes leer la etiqueta y verificar si está certificado por una organización independiente. Estas entidades, como NSF Certified for Sport, la Farmacopea de EE.UU. y ConsumerLab.com, revisan los suplementos para asegurarse de que contengan los ingredientes indicados y no tengan contaminantes.

Consumir más alimentos con fibra, soya, grasas saludables y compuestos vegetales llamados estanoles y esteroles, ayuda a reducir el colesterol “malo” o LDL.

Fibra. Solo los alimentos vegetales (verduras, frutas, legumbres, granos no refinados) contienen fibra. La fibra soluble, presente en alimentos como el salvado de avena, la cebada, las semillas de psilio, las semillas de linaza molidas, las manzanas, los cítricos, las lentejas y los frijoles, es especialmente eficaz para reducir el colesterol total y el LDL.

Nueces. Las almendras, las nueces de nogal, las pacanas (nuez pecana) y los pistaches (o pistachos) ayudan a reducir el colesterol. Según la FDA, comer un puñado (1.5 onzas) de nueces de nogal al día puede reducir tu riesgo de enfermedades cardíacas. Reemplaza los alimentos ricos en grasas saturadas por nueces. Son una buena fuente de fibra y grasas saludables.

Soya. Los estudios demuestran que sustituir otras proteínas por soya o proteína de soya disminuye el riesgo de enfermedad coronaria al reducir el colesterol LDL y los triglicéridos. Los alimentos con proteína de soya incluyen el tofu, el tempeh, la leche de soya, el yogur de soya, el edamame, la soya tostada y más.

Fitoesteroles. Aunque la cantidad presente en los alimentos no suele ser suficiente para reducir el colesterol de manera significativa, incluir alimentos ricos en fitoesteroles en tu dieta ayuda a controlarlo, especialmente cuando se combina con suplementos o productos fortificados.

Ácidos grasos omega-3. Consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 no elimina directamente el colesterol “malo”. En cambio, sí protege tu corazón, ya que estos alimentos aumentan el colesterol “bueno” de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) y reducen los triglicéridos, las grasas dañinas presentes en la sangre.

Los ácidos grasos omega-3 reducen el ritmo al que el hígado produce triglicéridos. También tienen un efecto antiinflamatorio en el cuerpo, disminuyen el crecimiento de placa en las arterias y ayudan a diluir la sangre.

Se recomienda consumir al menos dos porciones a la semana de pescado graso, como salmón, caballa (también llamada macarela), arenque, atún o sardinas. Los ácidos grasos omega-3 también se encuentran en la linaza y las nueces de nogal. Los suplementos incluyen cápsulas de aceite de pescado, semillas de linaza y aceite de linaza. Pregúntale a tu médico si son adecuados para ti antes de tomarlos, especialmente si usas anticoagulantes.

La fibra alimentaria, las nueces, la soya y los fitoesteroles reducen el colesterol de distintas maneras. Consúmelos junto con frutas y verduras, y limita las grasas saturadas.

Cuando los médicos hablan de grasas no saludables, las más perjudiciales son las grasas trans artificiales. Son creadas por los fabricantes de alimentos y pueden acumularse en la sangre. Estas grasas aumentan el colesterol LDL (el “malo”), reducen el colesterol HDL (el “bueno”) y elevan el riesgo de obstrucción de las arterias, ataques cardíacos y derrames cerebrales.

Aunque hay pequeñas cantidades de grasas trans naturales en los alimentos de origen animal, como la leche y la carne, las más preocupantes son las grasas trans artificiales.

Durante muchos años, las grasas trans fueron una parte importante del suministro de alimentos en EE.UU. y estaban presentes en todo tipo de alimentos procesados, desde la margarina hasta las papas fritas, en forma de aceites parcialmente hidrogenados. Estos son aceites que se solidifican a temperatura ambiente. En la actualidad, la FDA afirma que estos aceites ya no son "reconocidos en general como seguros" y prácticamente ha prohibido las grasas trans en los alimentos procesados.

Pero hay algo que debes tener en cuenta: los fabricantes de alimentos aún pueden incluir algo de grasas trans si la cantidad es inferior a medio gramo por porción. Esto significa que las grasas trans todavía están presentes en algunos productos, incluidos ciertos pasteles, cortezas de tarta, masas para galletas, glaseados, untables y alimentos fritos.

Esas pequeñas cantidades se acumulan, especialmente si consumes porciones grandes o varios alimentos que contienen estas grasas. La mejor manera de protegerte es revisar la lista de ingredientes en las etiquetas de los productos. Si incluye aceite parcialmente hidrogenado, eso significa que contiene grasas trans.

No existe una cantidad saludable de grasas trans, por lo que los médicos recomiendan evitarlas siempre que sea posible.

 

El ejercicio aeróbico regular, que acelera el ritmo del corazón, ayuda a aumentar los niveles de colesterol HDL (el “bueno”). Elige una actividad que disfrutes, como caminar, nadar o bailar, e intenta practicarla casi todos los días. Para obtener los mayores beneficios, incorpora más movimiento a lo largo del día. Evita pasar demasiado tiempo sentado. 

Combinar el ejercicio aeróbico con entrenamiento de fuerza, como levantar pesas o hacer flexiones, también te ayudará a mejorar aún más tus niveles de colesterol. Intenta realizar al menos dos sesiones por semana.

Otras prácticas que te ayudarán a mejorar tus niveles de colesterol y tu salud cardíaca son:

  • Yoga
  • Tai chí
  • Meditación

Si tienes un problema de salud, consulta con tu médico antes de iniciar un nuevo tipo de ejercicio. Si no has practicado antes una técnica como el yoga, también es importante trabajar con un instructor experimentado para reducir el riesgo de lesiones.

Cualquier práctica para aliviar el estrés también te ayudará a controlar los niveles de colesterol. Esto se debe a que el estrés desencadena cambios hormonales que pueden aumentarlo.

Eliminar el uso de tabaco y limitar el consumo de alcohol también es beneficioso.

Si los cambios en la alimentación y el estilo de vida no son suficientes para mantener los niveles de colesterol dentro de un rango saludable, habla con tu médico sobre la posibilidad de tomar medicamentos para reducir el colesterol. Es posible que necesites una combinación de fármacos y hábitos de estilo de vida más saludables para obtener los mejores resultados.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.