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El colesterol alto en los hombres

Revisado Por James Beckerman, MD, FACC en septiembre 12 del 2025
6 minutos de lectura

El colesterol alto, también llamado hipercolesterolemia, pone a los hombres en mayor riesgo de ataque cardíaco, derrame cerebral y enfermedad arterial periférica. Para muchos hombres, el peligro de desarrollar colesterol alto comienza a partir de los 20 años y aumenta con la edad.

El colesterol alto puede ser hereditario, por lo que los genes juegan un papel. Pero una serie de hábitos de estilo de vida —incluida la dieta, la actividad física y el peso— también influyen en los niveles de colesterol. La única forma de conocer tus niveles es con un análisis de sangre. Todas las personas mayores de 20 años deberían hacerse una prueba de colesterol al menos cada 5 años. Si tus niveles son altos o tienes otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas (del corazón), tu médico puede recomendarte análisis más frecuentes.

El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se produce en el hígado y en otras células. También se encuentra en ciertos alimentos como los productos lácteos, los huevos y la carne.

El cuerpo necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y los ácidos biliares que ayudan a digerir la grasa. Pero solo se necesita una cantidad limitada de colesterol. Si tienes demasiado, aumenta tu riesgo de desarrollar problemas de salud como enfermedades cardíacas.

Existen diferentes tipos de colesterol, y si tienes una cantidad excesiva de algunos de ellos en la sangre, se puede formar una acumulación grasa, llamada placa, en las paredes de las arterias. Es similar al óxido en el interior de una tubería. Esta acumulación de placa a veces bloquea el flujo sanguíneo al miocardio, o músculo cardíaco, y reduce su suministro de oxígeno. Si los niveles de sangre y oxígeno descienden demasiado, puedes tener dolor en el pecho o dificultad para respirar.

Un ataque cardíaco se produce cuando la placa bloquea por completo uno de los vasos sanguíneos que alimentan una sección del miocardio. Si la placa bloquea un vaso sanguíneo que va al cerebro, puede causar un derrame cerebral.

Las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) son un tipo de colesterol que bloquea las arterias. Otra variante de colesterol, las lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés), se conoce como el colesterol “bueno” porque ayuda a eliminar el LDL de la sangre y del cuerpo. Para mantenerte saludable, necesitas un nivel bajo de LDL y un nivel alto de HDL. Si este equilibrio no se mantiene —especialmente si se invierte— se considera que tienes colesterol alto.

Tu riesgo de desarrollar colesterol alto aumenta si:

  • Tu dieta es rica en grasas saturadas. Estas grasas, presentes en las carnes y los productos lácteos enteros, elevan el colesterol LDL. El colesterol de la dieta, que se encuentra en los huevos y las vísceras, también puede elevar los niveles de colesterol en la sangre, pero no tanto como la grasa saturada.
     
  • Comes alimentos con grasas trans artificiales. Son grasas creadas por el hombre presentes en los aceites parcialmente hidrogenados. Aumentan el colesterol LDL y reducen el HDL —que es precisamente la combinación equivocada—.
     
  • Comes alimentos procesados o ricos en carbohidratos. También se ha demostrado que estos alimentos elevan el colesterol LDL.
     
  • Tienes sobrepeso u obesidad. El exceso de peso aumenta el colesterol LDL y reduce el HDL.
     
  • No haces mucho ejercicio. Los estudios demuestran que el ejercicio frecuente puede aumentar el colesterol “bueno”, o HDL. La falta de actividad favorece el aumento de peso.

La testosterona es una hormona importante para los hombres. Ayuda a controlar el crecimiento y el desarrollo, y está vinculada con el deseo sexual, la masa muscular y ósea. Los investigadores están estudiando las formas en que podría estar relacionada con el colesterol y las enfermedades cardíacas.

Algunos de los estudios investigan si los hombres con niveles bajos de testosterona observan cambios en sus niveles de colesterol y otros riesgos de enfermedades cardíacas cuando toman suplementos de testosterona. Por ejemplo, un análisis de 35 estudios previos, publicado en el 2022, reveló que los hombres que tomaban estos suplementos vieron una pequeña reducción en sus niveles generales de colesterol, lo cual podría ser beneficioso. Pero también notaron una pequeña disminución en su nivel de colesterol HDL, o “bueno”, que supone un posible riesgo.

La conclusión más importante del estudio fue que el riesgo total de ataques cardíacos, derrames cerebrales y otros eventos cardíacos negativos fue igual independientemente de si los hombres tomaban o no testosterona. Sin embargo, los investigadores advirtieron que los estudios no se prolongaron lo suficiente como para revelar los riesgos o beneficios a largo plazo. 

Otro estudio publicado en el 2024 hizo una pregunta distinta: conocer si comer alimentos con alto contenido de colesterol, como huevos, o tener niveles altos de colesterol en la sangre, está vinculado con niveles más altos de testosterona. Los investigadores están interesados en esta posibilidad porque la testosterona está parcialmente compuesta de colesterol. No obstante, el estudio, que incluyó a casi 2,000 hombres de 20 a 80 años, no encontró ninguna relación.

 

 

 

 

 Existen dos tipos de pruebas de colesterol. La más simple mide el colesterol total en la sangre. La mayoría de los médicos usan el análisis de lipoproteínas, que mide:

  • Nivel de colesterol total
  • Colesterol LDL
  • Colesterol HDL
  • Triglicéridos (otro tipo de grasa en la sangre que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas)

Lleva una dieta más saludable. Para reducir tu nivel de colesterol, uno de los cambios más importantes que puedes adoptar es reducir la cantidad de grasas saturadas y trans en tu dieta. Eso significa comer menos carne de res y aves –consumiendo porciones más pequeñas o menos frecuentes– y elegir productos lácteos descremados o bajos en grasa. También significa consumir menos alimentos fritos, procesados y con alto contenido de azúcar.

Asimismo, es importante aumentar tu consumo de fibra soluble. Este tipo de fibra, presente en la avena, los frijoles y las manzanas, por ejemplo, ayuda a eliminar el colesterol LDL del cuerpo. 

Baja de peso. Si tienes sobrepeso u obesidad, perder tan solo unas pocas libras puede ayudarte a reducir los niveles de colesterol. Si bien no existe una fórmula mágica para perder peso, limitar el tamaño de las porciones y eliminar aquellas cosas de las que puedes prescindir, como las bebidas azucaradas, es un buen comienzo. La persona promedio en el país obtiene más del 20 % de sus calorías de las bebidas. Beber agua en su lugar puede marcar una gran diferencia en tu consumo total de calorías. 

Haz ejercicio regularmente. Una caminata rápida de 30 minutos la mayoría de los días aumenta el nivel de colesterol HDL y puede reducir un poco el colesterol LDL. El entrenamiento de fuerza –como levantar pesas, usar bandas de resistencia o hacer ejercicios como flexiones– es otra buena opción. Es especialmente importante hacer ejercicio si tienes triglicéridos y niveles de colesterol LDL elevados y exceso de grasa abdominal.

El tratamiento de preferencia para el colesterol alto es adoptar un estilo de vida más saludable. En el caso de muchos hombres con un colesterol ligeramente elevado, adquirir hábitos saludables puede normalizar los niveles. Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes, existen diversos medicamentos para reducir el colesterol. 

La primera opción son las estatinas, unos medicamentos muy eficaces para reducir el colesterol LDL. También ayudan a aumentar los niveles de colesterol HDL y a reducir los niveles de grasas dañinas en la sangre, llamadas triglicéridos. Además de bajar el colesterol, estos fármacos reducen el riesgo de derrame cerebral, ataque cardíaco y muerte a causa de enfermedad cardiovascular. Estos medicamentos son más eficaces cuando se combinan con una dieta para reducir el colesterol.

Este contenido se publicó originalmente en inglés y se tradujo con el uso de varias herramientas editoriales, incluidas la inteligencia artificial, como parte del proceso. Un equipo de editores de salud de WebMD y de profesionales médicos revisó el contenido antes de su publicación.